Jugando con fuego
David Miranda no ha nacido en una familia marginal, no tiene problemas económicos ni un hogar desestructurado... pero David ha encontrado el modo de dejar a un lado sus escrúpulos para traficar y embarcarse en una aventura que le puede costar muy cara. El dinero fácil y unos amigos nada recomendables le sumergirán en un mundo dónde sólo le queda jugar con fuego y rezar para salir victorioso de un lugar dónde muy pocos logran escapar bien parados. Sólo una persona permanecerá a su lado a lo largo de los años, Claudia, quién mantendrá su fe en él a pesar del dolor y las dificultades de amar a alguien como David.
Bárbaro
ResponderEliminar